Los crótalos o chinchines son pequeños instrumentos de percusión compuestos por platillos de bronce que se atan a los dedos con tiras elásticas o de cuero. Se hacen sonar chocándolos entre sí o rozando sus bordes. Originalmente eran de madera y se asemejaban a las castañuelas. Son instrumentos antiguos, representados en bajorrelieves egipcios y asirios. Las musas en la mitología griega los usaban mientras bailaban. Los crótalos se difundieron por Asia hasta llegar a España, junto con las especias y la seda.