Esta es quizás la sordina para trompeta más exitosa y copiada de la historia. Desde que se diseñó por primera vez en 1968, ha dado a los trompetistas exactamente lo que necesitan: un mudo perfectamente afinado en todos los registros, una gran sensación que no afecte al «golpe» del instrumento y la capacidad de producir un ardiente fortissimo.
Esta versión con fondo de cobre es más pesada que el estilo normal de aluminio, y proporciona un tono ligeramente más cálido con una gran potencia.
La razón del éxito de esta sordina Denis Wick radica en el diseño, cuidado y precisión de la fabricación. Una sordina muy abierta, más grande que todas sus predecesoras, que proporciona un sonido completo y evita el problema de la nitidez del tono que se encuentra en muchas sordinas de trompeta.